El equipo creyó gracias al empuje de su afición.
Fue una noche gloriosa, con el resultado que deseas sabiendo de la dificultad que conllevaba al traerse de Basilea un rotundo y casi definitivo 3-0.
No dejamos de creer en lo imposible, sobretodo por que el sentimiento por éste escudo y ésta camiseta es mayor que cualquier jugador o adversario que pueda ponerse por delante.
Nunca dejaremos de luchar, pase lo que pase, sea quien sea el rival que tengamos enfrente. Somos un gran equipo y la afición valencianista es la mejor del mundo, por su apoyo incondicional, por su empuje, su fuerza, su carácter y sus cánticos que hacen poner a la grada en pie.
Nadie podrá decir nunca nada malo de nosotros, por que a pesar de resultados, malas rachas, etc.. siempre estamos ahí para demostrar el cariño a unos colores con los que nacemos, vivimos y morimos.
Somos el VCF y me siento muy orgulloso de serlo, aunque me cueste disgustos, infartos, quebraderos de cabeza, a sabiendas de que al final, la alegría llegara.
Por muchas más noches de gloria.
AMUNT VALENCIA!!